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martes, 22 de noviembre de 2011

MITO DE EROS Y PSIQUE: ANTONIO CANOVA


Os presento la hermosa escultura  de Eros y Psique del escultor veneciano Antonio Canova, representante del neoclasicismo italiano. El modelo fue comenzado en 1787 y terminado en 1793.

Segun cuenta la leyenda, Psique (Psiquis, en griego alma) era princesa e hija del rey de Asia, quien una belleza que sobresalía del resto de cualquier ser mortal. Al hacerse mujer, era tan hermosa como la propia diosa Afrodita (Venus). Afrodita,   severa en los castigos para aquellos que atenponía su liderazgo sobre la belleza, se encolerizó y le ordenó a su hijo Eros que en forma de un monstruo horrible terminara con Psique.

Una vez casadas las hermanas de Psique, ella no lograba conseguir siquiera un pretendiente. Los hombres la veían tan hermosa que la admiraban como a una diosa, como a una mujer inalcanzable. Preocupado por la situación, su padre fue a consultar al Oráculo y Apolo, aunque griego, le dio la respuesta en lengua latina:

“...En una alta roca del monte deja a la doncella, pomposamente preparada para un tálamo de muerte; y no esperes descendencia salida de estirpe mortal, sino de un cruel, fiero y viperino monstruo; y éste, volando con sus plumas por el éter, todo lo inquieta y con fuego y hierro cada cosa abate, al que teme el mismo Júpiter, con el que se espantan las divinidades; del que se horrorizan las aguas de la tenebrosa Estigia...”.

El rey, entre llantos y lamentos, llevó a Psique al monte. Pero cuando la joven esperaba la aparición del monstruo que el destino le tenía reservado como esposo, un dulce Céfiro (viento del Oeste y uno de los más fieles mensajeros de los dioses) la transportó hasta un valle donde quedó dormida. Al despertar se encontró ante un palacio encantado en el que se fue adentrando, guiada por voces incorpóreas, para no descubrir sino belleza y opulencia.

Al llegar la noche, Psique notó  la presencia del hombre que le había anunciado el oráculo. Psique no podía verlo, pero no percibía deformidades en él, sino todo lo contrario: formas perfectamente proporcionadas y se entregó a él. Con las primeras luces del día, su esposo desapareció... Gozaron así de varias noches y antes de que la luz del día lo sorprendiera el supuesto monstruo se alejaba. Psique esperaba ansiosa la oscuridad aunqe tenía la comprensible curiosidad de conocer estéticamente a su esposo.

El tiempo pasaba y Psique echaba de menos a su familia. Pidió por tanto a su esposo que le permitiera ver a sus hermanas. Este terminó aceptándolo, haciéndole prometer que nunca intentaría verle el rostro. Todos repararon en que el aspecto de la joven era aún más radiante que antes de su partida. Sus hermanas, por envidia, la convencieron para que viera el rostro de su esposa. Ya, en el palacio dorado Psique intentó, persuadir a su esposo de que revelara su apariencia.

Esa noche, Psique esperó a que el esposo durmiera y encendió la lámpara. Su sorpresa fue descomunal al descubrir el bello rostro del mismo Eros compartiendo su cama. Absorta en su contemplación, Psique derramó una gota de aceite hirviendo en el hombro del bello amante, que se despertó sobresaltado y con profunda decepción, se marchó de su lado, recordándole su advertencia. Todo desapareció, Psique se quedó sola, arrepentida de su curiosidad y profundamente enamorada.


Después de algún tiempo de vagar en soledad, Psique fue al templo de Afrodita y le pidió ayuda. La Diosa se la negó por romper el corazón de su hijo, pero ante las súplicas de la joven decidió ponerla a prueba. Le encargó tres tareas que cumplió con éxito. Al realizar la cuarta y última, Afrodita le pidió que bajara al Hades, reino de los muertos, a pedirle a la Diosa Perséfone que le diera esencia de la inmortalidad para ungirse con ella. Perséfone se la dio en una cajita de oro, advirtiéndole que no la abriera de ninguna manera. Una vez más motivada por la curiosidad, Psique abrió la cajita y quedó sumida en un profundo sueño.

Eros, conmovido por el amor incondicional y la valentía de su amada, la despertó de un flechazo, y, pidiendo permiso a Zeus para permanecer juntos en el Olimpo, le dio de comer Ambrosía, con lo que le otorgó la inmortalidad.

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